Con corazón y fútbol, Talleres es puntero.
El equipo del Cacique Medina se trajo un punto de Rosario luego de superar dos baldazos de agua fría: un gol recibido desde el vestuario y una expulsión al cierre del primer tiempo. A pesar del arbitraje y de un Newell’s que se defendió con todo, Talleres empató y demostró por qué es puntero en su zona.
El primer tiempo comenzó de la peor manera para Talleres. En sólo 3 minutos, Talleres perdió la pelota en mitad de cancha, con los centrales abiertos, y la pelota le quedó al mejor de Newells en la primer etapa: Maxi Rodríguez espero que pique el favorezca, miró a Caranta que se preparaba y definió al segundo palo, ante la estirada de Caranta que nada pudo hacer.
Luego de eso, pelota para Talleres y posesión casi total para el equipo del Cacique Medina (78% contra 22%). Posesión no siempre significa peligro, pero en algunas ocasiones la T logró atacar al local, pero sin herir. Diez remates totales, pero sólo uno al arco, cuando Federico Navarro exigió a Ramiro Macagno, quien tapó en dos tiempos.
Sobre el final de los primeros 45, cuando Talleres ya estaba bien parado de mitad de cancha hacia adelante para atacar y ya había aprendido a neutralizar los contragolpes de Newell’s, llegó un baldazo de agua fría: segunda amarilla para Juan Ignacio Méndez por una falta sobre González y al vestuario, porque sobre el comienzo había sido amonestado por una innecesaria falta sobre Maxi Rodríguez.
Sin embargo, en el segundo tiempo salió la garra del equipo de Medina, con uno menos, se posicionó para coparle la parada a Newells y así fue: a pesar de que se dividió la posesión del balón, Talleres hizo todo desde la actitud para ganar, pero le faltó más claridad para generarle peligro a Macagno.
De tanto insistir, llegó la jugada favorita de Talleres: llegó un pase largo a Guilherme Parede, que ingresó por Retegui y se paró de 9 a pivotear, aguantó y la largó en el momento justo a Tomás Pochettino que llegó como una tromba para controlar e, ingresando al área, meter un zapatazo inalcanzable para decretar el empate Albiazul.
Talleres fue y fue, al frente como le gusta a la gente y como le gusta a su técnico. Con uno menos, con un árbitro que dejó pegar y con mucho amor propio, Talleres sumó en Rosario y es el puntero cordobés.