Cuestion de Talle.
Talleres mostró la percha de equipo bravo ante un San Lorenzo que no estuvo a la medida del partido en el arranque de la Fase Campeón. Ángel Romero falló un penal insólito.
No solo los nombres y los presupuestos te hacen candidato. Talleres es la prueba de ello: perdió muchos apellidos importantes pero igual da pelea. Es cierto que luego del triunfo en la Bombonera, no había vuelto a sumar de a tres. Pero se metió en la Zona Campeón y de arranque le cortó el invicto a San Lorenzo en pleno Pedro Bidegain. Sí, mostró pilcha de equipo complicado que luchará hasta el final.
La realidad es que el Ciclón no la pasó bien en ningún momento. Ya en el inicio del encuentro, un poco por la imprecisión propia y otro poco por el agobio de los cordobeses en la presión, estuvo lejos de poder hacer su juego. Ojo, alcanzó a tener la primera clara tras una desinteligencia de los centrales de la T que aprovechó bien Ángel Romero, aunque después no pudo vencer a Marcos Díaz en el mano a mano.
Pero los del Cacique fueron mostrando algunas cartas más que la marca férrea a la hora de recuperar. Con Tenaglia subiendo criteriosamente por la derecha, con un Pochettino iluminado y con Valoyes siempre picante, empezó a generar situaciones. Monetti se lució ante un remate del lateral derecho, después corrigió con una tapada bárbara un error propio en la salida. Hasta que el Ciclón salió mal, Óscar Romero perdió la bocha en mitad de cancha, el rival aprovechó la contra y, tras un centro desde la derecha, el Tucu Salazar se la llevó puesta y se la metió a su arquero pegadita al palo izquierdo.
Ole